La Etapa Lítica adquiere su nombre de la gran cantidad de instrumentos fabricados con piedra datados de este tiempo. Esto no quiere decir que la piedra fuera el único material que aquellos grupos humanos conocieron, sino que éste fue el que mejor resistió el paso del tiempo. También se denomina a esta Etapa como periodo Precerámico, pues consideran que la alfarería es una característica definitoria de las sociedades agrícolas.
Punta de la tradición Clovis.
Se subdivide en cuatro grandes periodos:
Arqueolítico: Va del 30 000 a. C. hasta el 9500 a. C. Se caracteriza por la elaboración de instrumentos en una tradición tecnológica incipiente, con ausencia de puntas de flecha. La tecnología lítica de este periodo estaba orientada más hacia el aprovechamiento de especies menores y el procesamiento de vegetales. Los sitios arqueológicos más representativos de este tiempo son Laguna Chapala, en Baja California; El Cedral, San Luis Potosí (el sitio más antiguo del que se tenga noticia); y Tlapacoya, Estado de México.
Cenolítico Inferior: Va desde el 9500 a. C. al 7000 a. C. Es un periodo caracterizado por un cambio climático que motiva la transformación de las pautas de explotación del medio, la organización social y la tecnología. Uno de los elementos más distintivos de la tecnología de este periodo son las puntas Clovis, que han sido encontradas sobre todo en el norte de Sonora y en el valle de Tlaxcala. También se desarrollaron las tradiciones Folsom (en el desierto de Chihuahua y Tamaulipas), y la tradición Paiján, en el sureste.
Cenolítico Superior: Este período inicia en el año 7000 a. C., pero su conclusión depende del área cultural en cuestión. En Mesoamérica y Aridoamérica, concluye con el desarrollo de las culturas agrícolas del Golfo, Oaxaca y Valle de México (hecho que define las diferencias entre ambas regiones); y en Oasisamérica, concluye con la consolidación de esta zona como un área cultural autónoma, aproximadamente hacia el año 100. Para estas fechas, los grandes mamíferos, que eran base de la subsistencia de aquellos pueblos, habían sido extinguidos. Por ello, la economía se reorientó hacia la recolección y la caza menor. La consecuencia de este cambio en el modo de subsistencia propició el desarrollo de tecnologías destinadas al procesamiento de los vegetales (algunos instrumentos inventados en esta época, como el molcajete y el metate, siguen en uso en muchas partes de México). Aunque el esquema de la explotación de recursos era similar para todas las regiones, se observa un proceso de diversificación cultural que dio origen a las culturas del desierto mexicano.
Protoneolítico: Se traslapa en el tiempo con el período anterior, pues va del año 5000 a. C. al 2500 a. C., y está relacionado con el desarrollo de una agricultura incipiente en ciertas áreas de México, especialmente en el valle de Tehuacán, la zona Occidente de Jalisco y la región Cuenca del Balsas, donde algunos autores consideran que tuvo lugar la domesticación del maíz. Esta revolución tecnológica propició el desarrollo de nuevos instrumentos, con un mejor acabado respecto a los anteriores, en virtud de un mayor dominio de las técnicas de labrado de piedra. A lo largo de este periodo, la agricultura se convertirá poco a poco en el principal medio de subsistencia para el área mesoamericana, con lo cual, la historia precolombina de México seguiría caminos diferentes entre Mesoamérica y Aridoamérica.