Esta cultura tiene mucha importancia por la influencia que ejerció que tuvo en la zona. Es posible que se extendió hasta el sur de Estados Unidos, 500 años a.C. Existen teorías de que los primeros habitantes de Guanajuato pertenecieron a esta cultura.
La cerámica de esta cultura es anterior al periodo clásico, incluye figurillas angulosas con formas geométricas. En el Museo de Acámbaro se exhiben con piezas de la cultura otomí, mazahua y tarasca.
Chupícuaro tuvo un gran desarrollo cultural y expansión de su estilo en áreas alejadas al centro difusor e influyó en tradiciones alfareras que llegaron a perdurar hasta fines del período Clásico, inclusive hasta el Posclásico, como se aprecia en la cerámica tarasca de Michoacán. A fines de 1985, en la primera Reunión sobre Sociedades Prehispánicas, se planteó con respecto a la Cultura Chupícuaro, que los grupos que manufacturaban la cerámica con tradición Chupícuaro, debían considerarse como parte de las sociedades estratificadas mesoamericanas, con una estructura política y territorial definida y no como sociedades aldeanas aisladas, carentes de arquitectura y centros ceremoniales. A partir de ese primer impulso, los grupos sociales posteriores presentaban expresiones culturales de naturaleza propia a nivel regional dentro del contexto mesoamericano.
Culturas de la Región
En la región de Acámbaro hubo Cinco Culturas Prehispánicas:
Chupícuaro - Preclásico Superior - 800 A. de C. al 200 D. de C.
Los Morales - Preclásico Superior - 400 A. de C. al 250 D. de C.
Teotihuacán - Horizonte Clásico - 200 D. de C. al 900 D. de C.
Tolteca - Posclásico Temprano - 900 D. de C. al 1200 D. de C.
Tarasca - Posclásico Tardío - 1200 D. de C. al 1525 D. de C.
Fuente: sala de Arqueología, Museo Local de Acámbaro, Guanajuato, 2001.
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